Divertimento. Los dos lados de la cama.

Llego ayer a nuestros cines esta continuación de la exitosa incursión del cine español en el género musical, El otro lado de la cama. Han pasado tres años desde el final de la primera parte, y parece que aquellos personajes que cantaron sus devaneos amorosos al son de los éxitos de la movida han decidido sentar la cabeza; se habla de bodas, e hijos. Pero como en toda buena comedia de enredo que se precie, eso es sólo el comienzo de un desarrollo granado de situaciones extremas, que resultan creíbles sólo gracias al trabajo de los actores. Transmiten en la pantalla la amistad que les une en la vida real, y eso se percibe a lo largo de todas las secuencias. Especialmente entre Guillermo Toledo y Ernesto Alterio, las escenas conjuntas rozan la perfección.

Es cierto que esta película no puede aprovechar el factor sorpresa, y también que se echan en falta dos actrices como Paz Vega y Natalia Verbeke (aunque las nuevas incorporaciones dan la talla, especialmente Lucía Jiménez, que es la que mejor canta). Pero la película funciona bien, y aprovecha lo mejor de cada personaje (inolvidables algunos secundarios). Anoche me reí a gusto y salí contento del cine, y eso es lo que hace buena una comedia. Si además es un humor que no agrede a nadie, que despierta la carcajada como si fuera acariciando o haciendo cosquillas, mejor que mejor, en estos tiempos tan crispados.

kaveri dixit